Cuando la noche sabe a hueso
un hábil frío se destila
por la redonda casa.
Un encono de deseos,
una labia apóstol,
un rostro afrodisíaco
y anémicas niñas de vecindario.
Cuando la noche define
lo que ignoro, se coteja
el rubor de las ciudades,
el dominio del fuego
el avance de la rueda
y el pastoreo de la semilla
en la máscara del rito.
Cuando la noche se traga
la luz de los azules,
los cuerpos vagos sin sombra
perfilan su fonema
y la columnas del templo
olvidan fértil tierra
en falsos paraísos.
Cuando la noche se espanta
de tanta inmensidad,
son gestas de amor
la piel de los recuerdos,
legítimo el sudor,
y es fácil ver de frente
la dignidad de los escombros.
(México D.F.)
2 comentarios:
Versos desde el DF. Tan cerca del Gabo que se nos fue. Abrazos
La noche es capaz de cualquier cosa. Un placer leerte Rafa.
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