Pues los poetas son
pequeños animales en disturbio
con la sed en los ojos y en la
garganta amor


(Jesús Hilario Tundidor)

jueves, 27 de febrero de 2014

Subversivos (VII): David Benedicte


Federico (Engels), Palmiro (Togliatti),
Rosa (Luxemburgo), Victoria (Kent),
Antonio (Gramsci), Carlos (Marx),
Dolores (Ibárruri) y Federica (Montseny).

Son legión los ancianiños.

Aviejadolescentes impúbiscos
que recorren Nerja
al timón de bicicletas prostáticas
mientras entonan cánticos cósmicos.

Siempre en busca de quien se ofrezca al hambre de los zombis.

Ferrandías.
Tórridas ferrandías.
Túnidas. Halitósicas. Teleseriadas. Asalmonadas. Suprarrenales.

No los moverán.
Nadie se atreverá a mover sus descuajaringados pellejos.
Sus cardiopatías centenarias anegadas de nostalgias submarinas.
Chanquete (Marx) pesca ramos de claveles mustios con sus manos.
Julia (Luxemburgo) escupe brochazos con óleos de pintora depre.
Piraña (Gramsci) engulle transatlánticos en bulímicas sentadas.
Tito (Engels) asume que en la Mirinda exprimen frutas del Paraíso
y que la URSS es un western del eastern.

Un weastern.
De ahí la admiración declarada de Stalin hacia Gary Cooper,
pionero que se adentraba en los graneros libre de servidumbres.

Los ancianiños se beben tu fiebre y el semen dulzón de los muertos.
Se protegen así del temporal.

No los moverán.
Nadie se atreverá a mover sus burbujeos en lo más alto del podio.
Son unos sportmen sublimes.
Solos ante la inmensidad del capital.
Impávidos al murmullo terrible del lumpenproletariado.

No los moverán.
No los abolirán. No los expropiarán. No los confiscarán.
No los centralizarán. No los disolverán. No los suprimirán.

Los ancianiños.
Siguen siendo una amenaza para los burgueses del mañana.


(Madrid, 1969)

martes, 25 de febrero de 2014

Es Sólo Un Truco

(La Grande Bellezza, Paolo Sorrentino)


Viajar es útil, ejercita la imaginación.
Todo el resto es desilusión y fatiga.
El viaje es enteramente imaginario. 
Ahí reside su fuerza.

Va de la vida a la muerte. Humanos, animales, ciudades y cosas, todo es inventado.
Es una novela, sólo una historia ficticia.
Lo dice Littre, él no se equivoca nunca.

Y además, cualquiera puede hacer otro tanto.
Basta cerrar los ojos.

Está en la otra parte de la vida.



(Louis-Ferdinand Céline, Viaje al fin de la noche)


lunes, 17 de febrero de 2014

Arcadia Morrison (VI): La Política

 


La Política del éxtasis es real
¿No la sientes operando
dentro de ti
Transformando la noche en día
Mezclando el sol con el mar?



(Jim Morrison)

jueves, 13 de febrero de 2014

Subversivos (VI): Christophe Caro


Un perroflauta vacía su lata de sardinas en media barra de pan.

Es su comida del día.

Ayer ganó unas monedas acariciando sueños en la acera.

Léase guitarra, flauta

y un puñado de canciones que escribió cuando era joven.

Soñador joven adulto frustrado viejo derrotado.

Todo un avance vital.

Las sardinas no están mal. El pan, algo peor.

Era pan viejo.

Como el perro. Perro, flauta, corazón. Todo viejo.

De segunda mano en mal estado.

Adquirido en una car boot sale.

Incluso él se puso en venta.

No hubo suerte y se tuvo que quedar consigo mismo.

No obtuvo satisfaction guaranteed.

Lo peor, pensarse y escucharse cada día.

Hace tiempo que perroflauta ha aprendido a prescindirse.

Normal, habiendo escuchado tantas veces que era chusma prescindible.

Ya no lo dudaba: todos los demás no pueden estar equivocados.

En democracia siempre tienen razón las mayorías.

Pero él nunca fue un demócrata. Sí un anarquista.

Juerguista y belicista: por matar el tiempo antes de que éste lo mate a él.

Dejó los estudios muy pronto, primer año de universidad de bellas artes,

para luchar por los derechos de los hombres.

En aquel tiempo en que decir hombres incluía a las mujeres.

Ahora se debe especificar con claridad.

Todos nos hemos vuelto más idiotas. Si esto es posible.

De la bronca callejera, perroflauta pasó a las barricadas.

Así le rompieron dos costillas. Joder, qué dolor.

La policía, a hostias.

De las barricadas a los golpes de mano.

Luego a incendiar comisarías. De represores, decía.

Por el duro camino del luchador inconformista

fue ascendiendo hasta llegar al número uno del escalafón.

Privilegiado puesto que se premia con la cárcel:

seis años y un día.

Abandonó bellas artes, pero en el trullo pudo haber estudiado medicina.

Al menos le hubiera servido para curarse las heridas.

Ni lo uno ni lo otro, y cuando salió,

ya estaba roto.

Las deudas con la sociedad siempre se pagan con la vida.

Aunque haya pulso, hace tiempo que te has muerto.

En la cárcel, el aburrimiento le enseño a tocar la flauta.

Y pegar a la guitarra.

Es la vida para algunos un insulto:

perroflauta terminó por vivir del arte.

Horario flexible: del que se estira más de doce horas.

Movilidad geográfica: de calle mayor en calle mayor.

Grandes relaciones sociales: peatones malhumorados niños crueles policías cabreados.

Salario según valía más incentivos: unas monedas al día.

Perroflauta terminó su bocadillo y el perro las migajas.

Juntos, comenzaron a aullar La Madeleine.

La suya, joder, sí que era rebeldía.

Perroflauta morirá pronto. No dejará viuda ni hijos.

Ni nadie que le recuerde.


(Pamplona, 1964)

lunes, 10 de febrero de 2014

La Deriva Frívola


Respirar strawberry gum es el rito de paso, animales al borde de la evolución mecen el aire de la sala púrpura con luces tenues y sólida astronomía. En posturas calamitosas hipsters rompían el ritmo sobre la balsa de voces. Y entonces, tan delgados y leves, levantaron sus sombras con un fulgor sintético, como si la pista empezara a inundarse de sangre. Aquellos naúfragos bailaban al son de Arcade Fire, el mismo grupo que tituló su disco de debut Funeral(2004) y que redefinió el sonido de una generación de chicos tristes, demasiado jóvenes para seguir añorando a Echo and The Bunnymen. "Reflektor", el primer single de su reciente LP homónimo había conseguido lo inaudito. Win Butler era el nuevo James Murphy del indie esa fría noche de enero, aunque con algo de mejor estilo y David Bowie a los coros.
Un nuevo vals del delirio flotó antes del rayo verde, la voz de otra banda que ha entendido que el dance es un camino para pasar del underground al overground. Hacer bailar al indie se ha convertido en una deriva lógica (?) del sonido de la mayoría de músicos pop. Unos consiguen el éxito con este pathos, caso de The Killers con "Human"(2008), un pegadizo himno fitness. Otros también el de crítica, caso del aclamado Merriweather Post Pavillion (2009) de Animal Collective. La lista es dilatada: Radiohead (o Thom Yorke y su epiléptico baile en el videoclip de "Lotus Flower" [2011]), Björk, Kanye West, The Flaming Lips... Desde el abrazo al electro-pop de Coldplay, Lori Meyers y Hola A Todo El Mundo en sus últimos trabajos, hasta la concluyente asimilación de pulsos bailables por parte de Franz Ferdinand o Daft Punk. Buscando antecedentes en otras épocas, casi todos acaban teniendo su Zooropa (1993) particular, la obra que acabó por encumbrar a U2 al olimpo comercial. Sólo hace falta echar un vistazo a los 15 singles que Rockdelux eligió como definitorios de la pasada década. Diez eran hits destinados al aquelarre colectivo, entre ellos "Music" (2000) de Madonna, o "Crazy in love" (2003) de Beyoncé, demostrando que esta tendencia parece aún más acentuada dentro del mainstream, ya que los discursos de estas cantantes siguen moviéndose por similares derroteros en lo que llevamos de nueva década. La fugaz atención del oyente, pues, también sigue acentuándose. Precisamente desde este status Noel Gallagher tachó a los canadienses de engreídos por la duración de Reflektor: "No estamos en los 70, ¿vale? ¿Quién tiene el maldito tiempo, en 2013, para sentarse a escuchar 45 minutos de un álbum? ¿Cómo de arrogantes son estos tipos para pensar que tienes hora y media para escuchar su puto disco?".
Musicalmente, identificar brevedad con depreciación se antoja absurdo. Ahí están los ejemplos del grueso del soul clásico o del pop que los Beatles capitalizaron. Sin embargo, la dieta fast-music y los nuevos one hit-wonders virales casi han conseguido devolvernos a los 50, cuando los singles eran el habitual formato de manifiesto. Si nadie lo remedia el long-play cederá su lugar al EP como modelo principal para editar canciones. Atrapar al oyente en el primer minuto es el reto y las frecuencias dance constituyen una forma de música más viva que el rock´n´roll, más conectada con una juventud cacofónica.
El alma de Oasis no tiene setenta minutos de su vida para sentarse a escuchar un álbum.  Nosotros, el resto de la gleba, por supuesto, tampoco. Preferimos bailar, que le diría el bueno de Milkyway a Mr. Gallagher sin temor, por fin, de que este le agencie una hostia al estilo Manchester. No se descarta un futuro Beady Eye feat. Rihanna.


viernes, 7 de febrero de 2014

Nos Robaron El Estómago


(Lisa Lindvay)



Y así tragaremos saliva.
Como los enfermos,
que saben que lo último que se pierde
no es la esperanza,
sino el hambre.

lunes, 3 de febrero de 2014

Subversivos (V): Ángel Rodríguez Fernández


El tiempo es Oro,
el espacio es plata
y la velocidad  bronce.

Tengo un apuro ficticio
con un amigo invisible.
Me abrazo al aire, es un inicio.

Más que cruces
quiero luces.
Blancas, rojas y azules.

Me pierdo en la gran ciudad,
no entiendo la política de estado
aunque algo sé del ser humano.

El día menos pensado
abriré mis venas.
Observaré resignado
que tengo sangre y no estrellas.

El príncipe azul y la noche oscura.
Oh si el príncipe fuera oscuro
Y la noche de color azul
Otro cuento sería, al menos de otro color.

Últimamente mis relaciones con los jefes
no han sido buenas. Echo en falta
aquellos días en los que era leal y obediente.
Buen lacayo ¿Volverán a acariciar mi espalda?

Hay días que no debiera dejar la cama
Días que bien temprano me susurran:
 “Hoy no será un buen día,
sueña, duerme y que nada te ocurra”

No pinto nada, vivo en un rincón
de un arrinconado país.
Mis gritos suenan cómicos en Madrid,
muecas y gestos a la espalda de la nación.


(Almería, 1970)

sábado, 1 de febrero de 2014