Pues los poetas son
pequeños animales en disturbio
con la sed en los ojos y en la
garganta amor


(Jesús Hilario Tundidor)

jueves, 17 de abril de 2014

Subversivos (VIII): Sergio Astorga


Cuando la noche sabe a hueso
un hábil frío se destila
por la redonda casa.
Un encono de deseos,
una labia apóstol,
un rostro afrodisíaco
y anémicas niñas de vecindario.

Cuando la noche define
lo que ignoro, se coteja
el rubor de las ciudades,
el dominio del fuego
el avance de la rueda
y el pastoreo de la semilla
en la máscara del rito.

Cuando la noche se traga
la luz de los azules,
los cuerpos vagos sin sombra
perfilan su fonema
y la columnas del templo
olvidan fértil tierra
en falsos paraísos.

Cuando la noche se espanta
de tanta inmensidad,
son gestas de amor
la piel de los recuerdos,
legítimo el sudor,
y es fácil ver de frente
la dignidad de los escombros. 


(México D.F.)

2 comentarios:

José Luis Martínez Clares dijo...

Versos desde el DF. Tan cerca del Gabo que se nos fue. Abrazos

Luis Salares dijo...

La noche es capaz de cualquier cosa. Un placer leerte Rafa.