miércoles, 23 de abril de 2014
Awful, But Cheerful
A menudo cedía a la autocompasión.
"¿Me merezco esto? Supongo que sí.
No estaría aquí de otro modo.
¿Hubo un momento en el que yo, efectivamente, lo escogí?
No lo recuerdo, pero así podría haber sido".
Después de todo, ¿qué hay de malo en autocompadecerse?
Con mis piernas colgando familiarmente
en el borde del cráter, me decía:
"La compasión empieza en casa."
Cuanta más compasión, más me sentía en casa.
(Elizabeth Bishop)
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1 comentario:
Siempre es grato pasarse por tu blog para leer algo tuyo o de otro poeta que nos acercas. Un abrazo.
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