Pronto olvidaré la vergüenza del viaje,
el rigor de los que huyen inmóviles,
moscas que vuelan hacia la influencia de tu cara,
y yo me acerco por el ojo de una cerradura,
pendiendo de un punto muerto,
como los héroes de pies ligeros,
en fin hacia el infinito.
1 comentario:
A veces, la Poesía es buen directo de izquierda. Un abrazo
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