(El desencanto, Jaime Chávarri)
Quieren entrecortarnos en un brindis al sol
por la sombra de lo que seremos:
el invierno en torno a un guante perdido.
Ceded el oficio de la pesadilla,
al fin y al cabo,
los sueños no permanecen inmóviles.
Como poeta y poema,
debe morir el padre
para que pueda vivir el hijo.
2 comentarios:
Estás rozando la perfección... un abrazo
Brindis poético a la atención de los buenos lectores.- Un abrazo
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