(Guim Tió Zarraluki)
Una abeja que ha perdido el alma
Es como un bonzo moribundo que sujeta el cuenco
Purificador junto al río: se desplaza hasta la cima
De una flor que las lluvias del otoño han dejado como papel mojado.
La fisgonea una y otra vez, y luego se marcha volando.
¡Ah, el dolor de la flor marchita!
¿Es el dolor de la abeja? ¿O el de la flor?
(Wen Yiduo)
1 comentario:
Sabiduría y belleza al mismo tiempo. Gracias por compartir, Rafael.- Un abrazo.
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