Pues los poetas son
pequeños animales en disturbio
con la sed en los ojos y en la
garganta amor


(Jesús Hilario Tundidor)

domingo, 10 de mayo de 2015

Kirieleisón: Bibliografía comentada


Nami no Tou y El completo manual del suicidio - Seicho Matsumoto.
Había que situar el suicidio del yo poético en algún lugar. Pensaba en un bosque, varios poemas relacionados con lobos y hambre así lo presagiaban, hasta que di con Aokigahara. Primero un documental de VICE y al fin Matsumoto.

Antología de poetas suicidas - José Luis Gallero y Diccionario del suicidio - Carlos Janín.
Dos documentos imprescindibles para hablar de la muerte en el arte, escritos por autores españoles. Como anécdota contar que el primero desapareció del catálogo de las bibliotecas públicas de Sevilla justo después de mi préstamo.

Walden - Henry David Thoreau.
En general, Kirieleisón está bastante influenciado por este ensayo del estadounidense. También murió prematuramente, por supuesto. Cavilé con incluir su famosa cita en forma de epílogo, pero deseché la idea: "I went to the woods because I wished to live deliberately, to front only the essential facts of life, and see if I could not learn what it had to teach, and not, when I came to die, discover that I had not lived.”

Versión celeste - Juan Larrea; Flowers in concrete - Mary Ellen Solt y La caída del avión en terreno baldío - José Luis Castillejo.
Nuevas maneras de concebir en tres obras geniales como introducción a la poesía vanguardista. Tuvieron una larga vida, sin embargo. Supongo que constituirán una influencia mayor en el futuro.

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