(Helene Schjerfbeck)
Cuando pierdan su raíz las canciones,
largas raigambres de mortero al fin hendidas
secando verdades graves,
someros fragmentos rotos
tendrán seis caras
entre los dedos del poeta.
Que nadie lo toque.
Su certidumbre de ignorar
si es parte de la cura o parte del rayo
escribirá el último poema.
1 comentario:
Una caldera de versos... para calentar motores este fin de semana. Abrazos
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