jueves, 27 de junio de 2013
Jerusalén De Los Lagartos
Aquí la primavera,
como el regusto a sangre
en la boca de los amantes,
pasó de largo una noche.
Esta tierra nos exige ser precisos
hasta donde no hay caminos.
La muerte libre bajo el sol dilata la vida.
Vivo en la Jerusalén de los lagartos
e intento creer que de un incendio
puede nacer un idioma.
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2 comentarios:
Magnífico sin paliativos. Abrazos
Acabaré por digerirlo, sigo dándole vueltas.
Saludos.
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