El tiempo es Oro,
el espacio es plata
y la velocidad bronce.
Tengo un apuro ficticio
con un amigo invisible.
Me abrazo al aire, es un inicio.
Más que cruces
quiero luces.
Blancas, rojas y azules.
Me pierdo en la gran ciudad,
no entiendo la política de estado
aunque algo sé del ser humano.
El día menos pensado
abriré mis venas.
Observaré resignado
que tengo sangre y no estrellas.
El príncipe azul y la noche oscura.
Oh si el príncipe fuera oscuro
Y la noche de color azul
Otro cuento sería, al menos de otro color.
Últimamente mis relaciones con los jefes
no han sido buenas. Echo en falta
aquellos días en los que era leal y obediente.
Buen lacayo ¿Volverán a acariciar mi espalda?
Hay días que no debiera dejar la cama
Días que bien temprano me susurran:
“Hoy no será un buen día,
sueña, duerme y que nada te ocurra”
No pinto nada, vivo en un rincón
de un arrinconado país.
Mis gritos suenan cómicos en Madrid,
muecas y gestos a la espalda de la nación.
(Almería, 1970)
2 comentarios:
"Vivo en un rincón
de un arrinconado país". Este tipo sabía lo que es vivir en Almería. Abrazos desde el rincón
Gracias Rafa, por incluirme en tu serie Subversivos. El poema de los mios, de los menos malos, buena elección. Un abrazo
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