Pues los poetas son
pequeños animales en disturbio
con la sed en los ojos y en la
garganta amor


(Jesús Hilario Tundidor)

sábado, 25 de enero de 2014

2013 + 1




La cena se enfriaba. Los invitados, con la esperanza de los
     habituales
Encuentros, rápidos, fríos y caprichosos, estaban echados
En los dormitorios. Las patatas estaban duras; las alubias,
     blandas: la carne...
No había carne. El sol de de invierno había vuelto amarillos
      los olmos y las casas,
Los ciervos bajaban por la carretera como si fueran
       refugiados; en el camino, unos gatos
Se calentaban sobre el motor de un automóvil. Luego un
     hombre se dio la vuelta
Y me dijo: "Aunque amo el pasado, su oscuridad,
Su peso que nada nos enseña, su pérdida, su todo
Que no pide nada, me va a encantar aún más el siglo XXI,
Pues veo en él a alguien en albornoz y zapatillas, con ojos
        castaños y pobre,
Que camina sobre la nieve sin dejar de sí ni siquiera
        una huella".
"Ah", dije mientras me ponía el sombrero, "ah".



(Mark Strand)

1 comentario:

camaradeniebla dijo...

parece el ángel exterminador.