(Only God Forgives, 2013, Nicolas Winding Refn)
Primero comprende
que existen miradas
que necesitan más de mil metros,
separan estaciones en primeros planos
sin puntos de fuga.
Miradas que se saben humanas
cuando vigilan el otoño desde fuera de él.
Esa turbia sensación de distancia
frente a la felicidad que alguna vez
se te ofreció bailando con la melena recogida.
Y no busques más allá de aquellas palabras:
Un hombre que sabe perder es invencible.
Esto parece todo lo que la vida
ha dejado escrito en dos párpados.
Los cerraré por una vez
para que puedas leer entre líneas.
Por último quiero que comprendas algo.
Sólo a Dios permitiré
cercenar mis manos con su espada
y cantar una nana a los muñones.