Pues los poetas son
pequeños animales en disturbio
con la sed en los ojos y en la
garganta amor


(Jesús Hilario Tundidor)

viernes, 16 de noviembre de 2012

Reloj Nuevo, Manecillas Silenciosas


Mi nuevo reloj sólo cuenta las horas muertas,
silencio de las hieles públicas
baldías e inoportunas,
como dicen que resultan las tormentas bajo tu cama. 
Sus manecillas andan de puntillas,
porque en esta habitación siempre amanece temprano.

Penumbra de olvido mil sábanas suda.
Un minuto es sólo calor,
el calor casi frío.
Mi sueño es el disfraz de la muerte
y cada noche lo visto.

2 comentarios:

María José Collado dijo...

El tiempo humanizado y sin embargo
parece baldío, anclado. Hermosas metáforas.

Buen fin de semana.

José Luis Martínez Clares dijo...

Las horas muertas están vivitas y coleando. Abrazos