(Lidia Bao)
Ahí fuera
las cosas se aman por lo que son.
Escribo superchería y sale
superchuchería
o su-percha-fría
Es fácil jugar con las cuentas.
Aquí dentro
basta con romper el diptongo,
cada uno se inventa a sí mismo
y todo permanece
porque no lo producimos,
tan sólo lo revelamos.
A veces hay quien, a veces ¡ay! quién,
deja una nota de despedida
sobre una mesa de operaciones.
Si cualquier cosa, tarde o temprano,
desaparece,
dime qué, dime quién.
Como quien coge un revólver
y se adentra en la tundra
para que nadie encuentre su cuerpo.