¿De qué sirven los paisajes de Friedrich?
¿Acaso podrás pagar con un verso
todas tus deudas?
¿Componer un tanka
con las mismas manos
que alejan por defecto
aquello que más quieres?
Lo que llamabas poesía
era ceniza deletreando tus huesos.
Las ruinas de Atenas no te protegerán
de la romántica lluvia que cala,
del impresionista sol que te quema.
No te bastará el quejido de un bandoneón,
ni los labios de Liv,
ni La voz a tí debida,
ni siquiera What´s going on.
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