
Cualquier escritor asegura que hay que leer mucho para poder trazar algo decente.
Girondo, Valente, Pizarnik, Tagore, Salinas, Egea, Tundidor ... ¿Hasta qué punto puedo decir que me han beneficiado y no condicionado?
Con ellos y otros cientos he construido las reglas dictadoras de mi osadía, necesarias y opresoras en su justa medida.
Escribir = contaminarse, adulterar tus propios simulacros.
Nunca libres, porque todo nos envenena, hasta la mala literatura, y el quimérico caminante ya no se reconoce al saltar los charcos.
Sólo queda aspirar a ser un plagio de algo inédito.
Girondo, Valente, Pizarnik, Tagore, Salinas, Egea, Tundidor ... ¿Hasta qué punto puedo decir que me han beneficiado y no condicionado?
Con ellos y otros cientos he construido las reglas dictadoras de mi osadía, necesarias y opresoras en su justa medida.
Escribir = contaminarse, adulterar tus propios simulacros.
Nunca libres, porque todo nos envenena, hasta la mala literatura, y el quimérico caminante ya no se reconoce al saltar los charcos.
Sólo queda aspirar a ser un plagio de algo inédito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario