A menudo me inquietan las coincidencias de tan precisas que resultan, de tan indescifrables que parecen en su conjura. Justo la semana que decidí releer "Paseo de los tristes" acabé ensayando mi insomnio por las calles de Granada durante dos días necesarios como el sueño.
Esta ciudad se parece demasiado a nosotros.
Calle a calle competimos
en número de batallas perdidas
y luces escondidas
bajo alguna latitud incierta.
Sus noches justifican al fin
el insomnio errante
de unos bien desnacidos.
Como ella, hemos soñado ya
todos los sueños azules
que quedaban por soñar.
Esta ciudad se parece demasiado a nosotros.
http://www.youtube.com/watch?v=_2HOb5mq6fI
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