(Ropa de Serge Férat para Les Mamelles de Tirésias, una obra de Apollinaire)
Sírvame una copa turinesa, por favor,
empezaremos como la medianoche.
He oído
que esta ciudad envejece por el centro,
entre casas donde nacen divinidades
se elevan sibilas cuando luces de acuario.
Fácil vivir aquí sin abrigo,
pero no hable de esto con cualquiera,
justamente escuche al mortalmente triste.
Lo que late tras nosotros
se encendió con el sol.
El corazón es una llamarada del revés.
2 comentarios:
A tus pies. Un abrazo
Un poema interiorista que no deja indiferente.
Un abrazo, Rafael.
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